
La cirugía robótica se ha consolidado como una de las grandes revoluciones médicas de las últimas décadas. Cada vez más común en hospitales de referencia, esta técnica ha supuesto un enorme avance para los cirujanos y, sobre todo, para los pacientes. En Ruber Internacional, fueron pioneros en Madrid en incorporar esta tecnología.
“El robot en España empezó en el año 2004, primero en Barcelona, luego en Bilbao y más tarde en Madrid, donde fuimos los primeros en tenerlo”, explica el Dr. Antonio Allona, jefe del Servicio de Urología de Ruber Internacional.
El robot no opera: facilita la cirugía
Un aspecto importante que conviene aclarar es que el robot no opera por sí mismo. La intervención sigue estando completamente dirigida por el cirujano. Lo que hace el robot es facilitar y optimizar cada paso del procedimiento quirúrgico.
“El robot no opera: operamos nosotros. Pero el robot facilita enormemente la cirugía”, señala el Dr. Allona.
La tecnología robótica cuenta con varios brazos que se introducen en el cuerpo del paciente a través de pequeñas incisiones. Desde una consola ubicada a cierta distancia de la mesa de operaciones, el cirujano controla cada movimiento con total precisión, eliminando el temblor natural de la mano humana.
“Nosotros, desde la consola, organizamos el movimiento. Mandamos sobre el robot, y el robot ejecuta los movimientos que nosotros le indicamos”, detalla.
Precisión quirúrgica y comodidad para el cirujano
La cirugía robótica no solo mejora el resultado para el paciente, también supone un gran avance en las condiciones de trabajo del cirujano.
“Antes teníamos que estar pegados a la mesa del paciente, en posturas muy incómodas. Ahora, con el robot, estamos en una posición comodísima y con una exactitud magnífica”, afirma el doctor.
Uno de los elementos clave es la visión tridimensional que ofrece la tecnología robótica. Gracias a una doble óptica, el cirujano obtiene una imagen en 3D con profundidad real, lo que permite trabajar con una precisión muy superior.
“Tenemos una visión tridimensional como si estuviéramos viendo con nuestros propios ojos, y eso, en cirugía, marca una gran diferencia”, explica.
Además, los brazos del robot cuentan con una articulación especial que simula el movimiento natural de la muñeca humana.
“Al final de cada brazo quirúrgico hay una especie de endo-muñeca, que replica los movimientos de nuestra propia mano, lo que facilita mucho dar suturas y realizar movimientos delicados dentro del cuerpo”, añade.
Ventajas para el paciente: menos dolor, recuperación más rápida
Los beneficios para el paciente son evidentes: procedimientos menos invasivos, más precisos y con una recuperación más ágil.
“Vemos mejor, estamos más cómodos, tenemos más precisión y eliminamos el temblor. Eso hace que el cirujano trabaje mejor, la cirugía sea más rápida y el paciente se beneficie claramente”, destaca el Dr. Allona.
Entre las principales ventajas de esta tecnología para los pacientes destacan:
- Menor sangrado durante la intervención
- Reducción del dolor postoperatorio
- Estancias hospitalarias más cortas
- Recuperación más rápida
- Cicatrices más pequeñas y discretas
El futuro de la cirugía es robótico
Aunque el modelo actual de robot quirúrgico es el más extendido, ya han comenzado a aparecer otras alternativas en el mercado.
“Este robot sigue siendo el modelo principal, pero poco a poco aparecerán otras marcas que intentarán igualarlo o incluso superarlo”, concluye el Dr. Allona.
La cirugía robótica ya no es una promesa de futuro: es una realidad en constante evolución que mejora cada día la práctica médica y la experiencia del paciente.